20/04/2022 | ANA QUINTANILLA
Pinterest metamoderno
Petra Cortright (California, 1986)
Celebrity addresses/fiji firing tour squad, 2017.
Pintura digital sobre aluminio adonizado, 185.4 x 365.8 cm.
https://www.petracortright.com/hello.html
Celebrity addresses/fiji firing tour squad, 2017.
Pintura digital sobre aluminio adonizado, 185.4 x 365.8 cm.
https://www.petracortright.com/hello.html
Petra Cortright es una artista digital que se auto define como feminista y geek. A pesar de haber estudiado computación durante años y ser una experta en programación digital, utiliza como medio para sus creaciones artísticas, programas cibernéticos sorprendentemente básicos y accesibles. La decisión de usar Photoshop y buscadores de imágenes gratuitos, le permiten agregar una capa de significación a sus obras, burlando la alta pretensión de la computación contemporánea, el esnobismo de sus más instruidos usuarios o creadores y empatizar con los usuarios de una computadora hogareña.
Su cuerpo de obra más característico se basa en infinitas superposiciones de imágenes extraídas de la web, para crear composiciones con un cierto deje impresionista. Sus paisajes se componen de millones de capas de imágenes digitales que varias veces tienden a alcanzar un alto grado de abstracción formal. Mezclando y superponiendo, millones de fotografías y dibujos que extrae de su navegación naif por la world wide web, Petra crea imágenes inmersivas. Según sus palabras, se la pasa horas explorando Google o Pinterest, (al igual que miles de usuarios en todas partes del mundo) para extraer la materia prima de sus “collages” digitales, que se conforman por múltiples archivos aleatorios. De la misma manera que yo en este momento tengo, miles de pestañas abiertas en Google Chrome, sus obras se componen por una sobre estimulación visual excesiva, las cuales requieren un detenimiento y una calma observación, para lograr detectar alguna imagen conocida dentro de esa marea. La multiplicidad sincrónica de los estímulos visuales y tecnológicos de la vida contemporánea nuevamente es tema para lxs artistas de la era “post internet”.
Luego de horas de pantalla y trabajo invertido, Cortright imprime estos archivos en distintas superficies materiales como plásticos transparentes, láminas de aluminio, géneros como lino, seda o papel. Muchas veces sus obras son de tamaño casi mural. La transposición de lo digital a lo material convierte a la creación de Petra, en algo finito y táctil que contrasta con los recursos incontables e innombrables que utiliza, edita y mezcla para crearlos, componentes que nunca dejan de desorientar y sugerir distintas posibles lecturas o dimensiones al espectador.
Celebrity addresses/fiji firing tour squad, es el título de una obra de la serie en cuestión, cuyo nombre hace referencia a las distintas palabras clave que fueron utilizadas por la artista, en la búsqueda online de imágenes. Podemos percibir formalmente, un paisaje compuesto por distintas imágenes de flores que se entremezclan con pinceladas digitales sobre la superficie de la obra. El apropiacionismo que utiliza Petra en sus obras, según mi opinión, es una manera de reformular lo considerado como un paisaje clásico en la historia del arte, que puede vincularse con la teoría pendular de la metamodernidad, presentada en el 2010 por los filósofos Vermeulen y Robin van den Akker en “Notes on metamodernism”.
La propuesta de dicha teoría comienza denotando una ruptura en cuanto a la sensibilidad de los artistas a partir del Siglo XXI, que genera un quiebre y pone fin a lo que se consideró como el paradigma de la posmodernidad, para dar pie a una nueva narrativa metamoderna que no buscará explicar la totalidad de las cosas de una manera excluyente (como ya sucedió en el pasado). Por lo tanto, en términos históricos la posmodernidad es desviada en el siglo XXI hacia la metamodernidad. A diferencia de esta enunciación cronológica, Vermeulen y van der Akken propondrán que ontológicamente la metamodernidad, no estará establecida después de la posmodernidad sino que se sitúa entre medio de la modernidad y su continuación histórica.
Es de suma importancia para comprender este nuevo sentimiento de época, el origen del término de la teoría estética, que proviene del griego, aisthesis o sensibilidad. La estética estudia el campo de representación sensible de la experiencia humana que transmiten las obras de arte.
Al denominar a la modernidad, nos estamos refiriendo a algo que es moderno, es decir algo reciente o actual, en donde el paso del tiempo está presente. Al hacerse presente, el tiempo nos indica que la noción de gusto y de belleza lo incluyen, por lo que dichas categorías son temporales, y en consecuencia variables. El siglo XXI advierte una re-estetización de las artes vinculada a la sensibilidad recuperada en un sentido plenamente sensorial. Tal como propone G. Genette (1987), el arte conceptual que surgió en la posmodernidad valorizó en primer lugar al concepto, por sobre toda estética. En esta nueva etapa metamoderna, lxs artistas retoman el afán por la representación sensible (aquello que es percibido por los sentidos) y es de allí que se vinculan nuevamente con lo que proponían los románticos, e incluso Kant, con su conceptualización de lo que se consideraba sublime en el arte. Entendiendo aquello, como una categoría estética atribuida a algo que posee una belleza avasallante, capaz de conmover al ser humano por su inmensidad, de tal manera que hasta puede llegar a asustarlo.
Es decir, que según esta teoría, los artistas metamodernos proponen una vuelta a lo sugestivo para abandonar el mero conceptualismo desligado de la estética. Cortright realiza Celebrity addresses/fiji firing tour squad en el 2017, siglo XXI. Podríamos encuadrar de esta forma a la obra dentro de la metamodernidad, señalada por Vermeulen y Van den Akker. El término metamoderno tiene origen en el concepto platónico de methaxis que se refiere a aquello que está situado entre dos partes ya que alude simultáneamente a un alejamiento como a una proximidad. La metamodernidad realizaría de esta manera, infinitos movimientos “pendulares” constantes entre la modernidad y la posmodernidad, para establecer una “permanente negociación” (Oliveras, 2018) entre ambos paradigmas. Tomando así, elementos de ambos para crear una nueva lógica cultural, que posee una renovada flexibilidad, evitando la noción cerrada de un paradigma. Este concepto se percibe firmemente en la obra de Cortright, ya que recompone un género histórico próximo y familiar a la conciencia colectiva, como lo es el paisaje, pero generando una nueva complejidad y un alejamiento histórico debido a la técnica por la cual crea sus obras de manera digital.
Esta pendularidad permite entonces realizar un paralelismo entre la producción artística metamoderna y el arte romántico. El romanticismo busca vincular aquello que es finito con un sentimiento de infinitud, mientras es plenamente consciente de que esto no puede ser logrado. Oscila entre la finitud de lo humano y la infinidad de su destino. Genera una tensión fundamental entre el ser humano y la naturaleza que permanentemente remite a lo sensible en contraposición a lo racional. Muchos de los artistas del siglo XXI, y entre ellos Petra Cortright, buscan retomar lo sensible para recrear aquella atmósfera formada por opuestos, que tanto anhelaban los artistas románticos para transmitir la incertidumbre, la extrañeza y la magia que puede generar una imagen.
La artista formula, con esta serie de obras, una imagen nostálgica partiendo de una herramienta de búsqueda, edición y recopilación digital que caracteriza profundamente a su tiempo y a su generación, para generar así, un paralelismo sensible y pendular con la historia el arte y producir una obra que no sea del todo ajena a la percepción sensible del espectador. Su proceso de producción multidimensional busca hackear el lenguaje visual a través de la tecnología y la manipulación de los programas para crear nuevos efectos visuales y experiencias que no dejen de ser táctiles, sensibles y a la vez conceptuales.
Autor
︎Ana QuintanillaLicenciada en Gestión e Historia de las Artes por la Universidad del Salvador (USAL). Actualmente trabaja en Smart Gallery y como asesora a coleccionistas. Da cursos, charlas y seminarios de historia del arte contemporáneo. Es asistente de curaduría e investigación de la Colección Pampa. Realizó distintas tareas profesionales en arteBA, Galería Revolver, Art Basel, Panorama, entre otras.